Cómo la implantación ERP puede fracasar por un miembro del equipo

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23 de junio de 2022, Written by 0 comment

Con la llegada del verano, se acerca el momento de planear las vacaciones.

Y, seamos sinceros, todos tenemos un amigo que saca pegas a todo, condiciona al resto y hace que no disfrutes al 100% las vacaciones.

Te suena, ¿verdad?

Pues en la implantación de un ERP puede pasar algo parecido: la falta de compromiso de una única persona del equipo, puede hacer que todo el proyecto se vaya al traste.

¿Qué es una implantación de software?

Hablamos de implantar un software cuando instalamos una solución que cambia el modo de trabajar de un negocio, cómo gestiona sus procesos y recursos, y las nuevas responsabilidades que adopta su equipo.

Recuerda: Un ERP afecta a toda la empresa, a todos sus procesos y a todos sus trabajadores. Y si la implantación no se realiza correctamente, todo el negocio se verá afectado y deberá interrumpir su trabajo.

¿Por qué fracasa la implantación de un ERP?

Aunque existen muchos errores que pueden hacer fracasar la implantación, probablemente, el gran obstáculo es la resistencia al cambio por parte del equipo.

¿Y por qué se produce esta resistencia al cambio?

El miedo a perder el puesto de trabajo, el aumento del volumen de trabajo o el desconocimiento de los plazos del proyecto, son algunas de las causas más frecuentes de esta resistencia a cambiar o implantar un nuevo ERP.

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Además, también nos encontramos con casos en los que la falta de participación y compromiso viene desde arriba: los directivos.

La importancia del compromiso del equipo para la implantación ERP

De nada te sirve el mejor ERP del mercado, si tus empleados no lo utilizan, o no encuentran ventajas al usarlo.

Si no tienes un equipo implicado, nunca vas a conseguir mejorar la gestión de tu negocio. Más bien, al contrario, se va a volver más caótica.

Cada una de las personas de una empresa tiene un papel fundamental en la implantación del ERP. Si una de ellas pone trabas, el proyecto se tambalea.

Por ello, es clave contar con el compromiso de tu equipo. Debes asegurarte que estáis todos en el mismo barco para que no surjan problemas durante la implantación.

Y, ¿cómo solucionar la falta de compromiso? ¿Cómo hacer que todo tu equipo esté implicado para evitar el fracaso de la implantación?

Aunque cada situación es un mundo y hay tantas casuísticas como empresas, te damos dos consejos clave que pueden ayudarte a convencer a tu equipo.

 

1. Una buena comunicación.

El primer paso es preparar a tu equipo para lo que se avecina. Es una buena manera de  evitar que el proyecto de implantación sufra un sabotaje interno por desconocimiento o miedo al cambio.

Por eso, como responsable, debes escuchar las dudas y miedos de cada departamento e informarles para contar con su apoyo. Explícales cuáles son las necesidades actuales de la empresa, las ventajas de utilizar un ERP y aclárales que el programa no va a quitarles el empleo, sino que va a evolucionarlo para que puedan automatizar tareas y ser más ágiles.

Ya sabes lo que dicen: “hablando se entiende la gente”.

 

2. Sesiones de formación.

Incluso si ya tienes a tu equipo implicado, el trabajo no acaba aquí. Y es que nadie sabe utilizar un software nuevo de la noche a la mañana.

Antes de empezar la implantación, deberás garantizar que todos los empleados recibirán sesiones de formación para aprender el uso del nuevo ERP. Es en estas sesiones donde surgen las dudas principales que pueden afectar a la gestión de tu negocio.

Tu equipo estará mucho menos presionado y más tranquilo si sabe que tendrá un periodo de aprendizaje.

Por último, no debes olvidar las diferencias generacionales. A algunos empleados puede que les cueste más tiempo acostumbrarse a la nueva herramienta que a otros.

Antes de empezar el proceso de implantación – e, incluso, a cerrar el contrato con un proveedor de ERP – es esencial que sigas estos dos consejos y tengas ciertas garantías de que tu equipo no te va a dejar en la estacada.

Porque, créenos, no quieres empezar a utilizar el ERP y que empiecen los problemas y las dudas. Eso solo hará que tu empresa pierda tiempo y dinero, y que nosotros trabajemos a trompicones.

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