A menudo subestimamos el valor de los datos. Pero la verdad es que los usamos continuamente.
Hasta una decisión tan sencilla como ir comprar está basada en datos concretos como tener o no alimentos en la nevera (lo del papel de WC durante la pandemia lo dejamos para otro artículo).
¿Cómo está evolucionando la facturación? ¿Cuánto varían los costes de producción? ¿Qué rotación se está haciendo en el stock? ¿Se cumplen los límites de descuentos?
Estas y muchas otras son preguntas que pueden surgir durante el día a día de los directivos de una empresa.
Con la ayuda del análisis de datos puedes interpretar la información y evaluar si la estrategia elegida es la más efectiva.
Índice de contenidos
La inteligencia de datos y tu ERP
Seguro que has oído hablar del Big Data.
El término ‘Big Data’, o macrodatos, hace referencia a conjuntos de datos tan grandes y complejos para los que se necesitan aplicaciones informáticas de procesamiento de datos cada vez más avanzadas.
Gracias a la presencia digital, las empresas almacenan ingentes cantidades de datos. Pero, ¿qué hacer con los datos?
Debemos analizarlos e interpretarlos para sacar el máximo rendimiento de toda la información.
Un ERP, o software de gestión empresarial, nos ayuda a estructurar la información de una empresa, pero no es suficiente para analizarla y generar métricas que determinen su evolución.
¿Cómo analizar los datos de tu ERP?
Muchos ERP ofrecen la posibilidad de integrar una herramienta de análisis empresarial, también conocido como business intelligence, para evaluar el rendimiento del negocio, predecir el comportamiento del cliente y tomar decisiones.
Habitualmente, estas herramientas se utilizan para generar informes y presentarlos en reuniones estratégicas. Existen, incluso, empresas que muestran estos cuadros de mandos en pantallas para que los empleados conozcan, en tiempo real, las métricas más relevantes.
7 KPIs esenciales para tu negocio
Los KPIs (Key Performance Indicator), o indicadores clave de desempeño, son aquellas variables que miden el nivel de rendimiento de un proceso.
Para ser más efectivo, un KPI debe ser medible y cuantificable, y evaluar objetivos alcanzables para la empresa.
Aunque los indicadores clave dependen del tipo de negocio, hay algunos generales que se pueden aplicar a varios sectores:
- Volumen de ventas en un periodo: para tener una previsión del volumen de ingresos de la empresa.
- Días de cobro: media de días que pasan entre que generas una factura y la cobras.
- Ticket medio: importe medio que se gasta un cliente en cada uno de sus pedidos.
- Número de pedidos por cliente: te ayuda a conocer cuántos de tus clientes vuelven a comprar una vez han realizado sus primeros pedidos.
- Costo de Adquisición del Cliente (CAC). Se puede calcular dividiendo el coste total invertido en la captación de clientes, por el número de clientes captados en ese periodo concreto.
- Retorno de Inversión (ROI): es un ratio que permite calcular cuántos euros gana la empresa por cada euro que invertimos. A veces, es interesante calcularlo según el canal de venta (tienda física, online, marketplace…) para saber cuál de ellos es más rentable.
- Rotación de Stock: hace referencia al número de veces que el inventario necesita ser repuesto en un periodo de tiempo.
Ahora ya sabes el valor de los datos que generas, ¿te animas a aprovecharlo?
¿Nos vemos el próximo JUEVES a las 11h?
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